La mayoría de los productos antivirus actuales son comerciales y generalmente, como sucede con las soluciones de ESET, ofrecen versiones de prueba de 30 días, siendo la excusa perfecta para que los delincuentes ofrezcan antivirus ”gratuitos y mágicos” que garantizan solucionar aquellos problemas que el usuario, en realidad, no tiene. Este tipo de programas reciben el nombre de Rogue y son ofrecidos con el fin de que el usuario los descargue para así poder infectarlo. En este caso, se trata de una técnica de Ingeniería Social en la que se engaña al usuario para que, ante la promesa de productos gratuitos, se descarguen códigos maliciosos.
Technical & Educational Manager de ESET para Latinoamérica
Actualmente, se distinguen distintos tipos de acciones que ayudan a identificar este tipo de programas:
1. En un sitio web se ofrece una solución gratuita para un malware determinado. Cuando el usuario descarga e instala el producto, se desinfecta al usuario pero se instala otro tipo de programas maliciosos como spyware y adware.
2. Se repite la escena anterior pero con la diferencia de que se informa al usuario sobre una supuesta infección (que puede ser real, o no) y si el usuario desea desinfectar el sistema, se exige una registración del usuario y un pago determinado.
3. Se repite alguna de las escenas anteriores, pero al momento de descargar el producto, se exige el ingreso de datos correspondientes a la tarjeta de crédito.
4. Se repite cualquiera de las escenas anteriores pero además, continuamente se informa al usuario acerca de una infección [2]. El aviso puede realizarse de diversas formas e insistentemente. Tiene el objetivo de “cansar” al usuario o hacerle creer que se trata de un ataque real para que este ingrese sus datos o realice un pago para acreditarse la solución de seguridad que “desinfecte” el sistema.
Lamentablemente, muchas veces se prefiere confiar en la palabra “free” o “gratis” por los supuestos beneficios que ofrecen, en vez de pensar que todo producto de seguridad debe pasar por estrictos controles y evaluaciones que terminan dictaminando la confiabilidad de un producto.
Por ejemplo, es común que se realicen búsquedas de herramientas gratuitas para la eliminación de amenazas y en esos casos se encuentren antivirus o antispyware falsos.
Cuando se realizan este tipo de búsquedas, es fundamental tener en cuenta que las herramientas de seguridad tengan el aval de certificaciones conocidas y que además cuenten con una trayectoria histórica respetable: no es lo mismo descargar una herramienta “gratuita” como la que se visualiza en la imagen (por más que prometa resultados milagrosos) que descargar un producto con años de respaldo como ESET NOD32, versión de Evaluación Gratuita de 30 días.
Para Ilustrar estas metodologías, a continuación se analiza el caso de un rogue muy propagado en Latinoamérica, el de Antivirus XP 2008 (también conocido como Antivirus XP 2009 o MalwareProtector 2008), que ofrece una falsa solución antivirus y que, mediante todas las escenas descriptas, intenta que el usuario adquiera la versión registrada de su producto, pagando por el mismo.
Conclusiones:
Los rogue, o falsas herramientas de seguridad, se han transformado rápidamente en los productos preferidos de los creadores de malware para engañar al usuario, ya que con el pretexto del “producto gratuito para limpiar el sistema”, el usuario prefiere probar estas herramientas en vez de descargar versiones de productos conocidos en el mercado y que incluso ofrecen soluciones en línea como
ESET Online Scanner
. Por todo esto, es fundamental que el usuario esté informado y al momento de elegir una efectiva solución de seguridad, esta cuente con una protección antivirus en tiempo real verdadera y con capacidades proactivas que permitan detectar a través de la heurística este tipo de falsos programas y las variantes que aparecen día a día.
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